Condilomatosis
El virus del papiloma humano es la infección por virus a través de las relaciones sexuales, tan común, que probablemente la mayoría de las personas sexualmente activas lo va a contraer en algún momento de su vida. Es difícil saber el momento en que alguien se ha infectado, pues es posible que los síntomas se presenten años después de tener relaciones sexuales con una pareja que ha tenido la enfermedad.
Se recomiendan varias formas para reducir el riesgo de contraer el VPH (uso de condón, relacionarse con una sola persona o pruebas de detección preventiva), pero la única realmente efectiva es la vacunación oportuna recomendada en los niños a los 11 o 12 años, hasta los 21 años para los hombres y 26 para las mujeres si cuando niños no fueron vacunados.
Son numerosas las enfermedades derivadas de sufrir el virus del papiloma humano, pero en este texto se trata una especial por su alta frecuencia: la condilomatosis.
La condilomatosis es la presencia de lesiones benignas conocidas como verrugas, en el área genital y en la del ano. En las mujeres, normalmente en el interior y exterior de la vagina, en los hombres en el pene y el escroto y en ambos géneros en el ano. Las verrugas pueden ser pequeñas o presentarse en grandes masas. Causantes de muchos problemas durante el embarazo, pueden provocar también dificultad para orinar, molestia al disminuir la elasticidad de la vagina y complicar el paso fluido del bebé a la hora del parto. Desde luego afecta la autoestima y la relaciones afectivas con la pareja. Hay evidencia de que en casos graves pueden ser causa de riesgo del cáncer cérvicouterino, aunque es baja la probabilidad.
El diagnóstico de la condilomatosis es simple, basta sólo descubrir las verrugas, al detectarlas, el médico hará un examen especializado para evaluar el grado de la infección. Se puede hacer una biopsia en el cuello del útero y con indicadores descubrir los límites del área infectada.
No hay manera de determinar si las verrugas crecerán o desaparecerán con el tiempo, por lo que es indispensable acudir al médico especialista proctólogo aún si sólo se sospecha que se padece el contagio, para que él establezca el tratamiento adecuado a las circunstancias particulares del paciente. El tratamiento puede ser a base de medicamentos aplicados directamente sobre el área afectada pero también eliminarse con criocirugía (congelamiento), con láser, con electrocauterización y en caso extremo con cirugía radical. Es importante el seguimiento médico hasta estar seguros de que no habrá reaparición de las verrugas.
De un tratamiento efectivo dependerá la remisión temprana del padecimiento.
Consulte a su médico proctólogo, atenderemos sus dudas con eficiencia.
Agende una Cita